¿Cómo renovar la cooperación internacional para el desarrollo en Ecuador y América Latina?

Tenemos una relación entre lo público y privado muy débil, aburrida y a veces muy parasítica.

Para hablar de innovación necesitamos crear de un ecosistema simbiótico de la cooperación internacional para el desarrollo. Para ello hay que establecer una nueva relación de los distintos actores del desarrollo, que implica temas estructurales como establecer un nuevo contrato social (si es que hubo uno en su momento).

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Este nuevo ecosistema dinámico puede orientar la financiación para el desarrollo tanto público como privada, pero también de la sociedad civil que tiene una fuerza productiva y colaborativa de creación. Y, necesitamos pensar seriamente cómo crear esta inteligencia colectiva entre todos los actores de la cooperación internacional presentes en el Ecuador mediante programas, proyectos o iniciativas puntuales en los territorios.

Para ello es necesario abandonar la ideología, esto no es comunismo, capitalismo, derecho o izquierda. Pero sí es, decidir si queremos una nueva cooperación internacional más horizontal en la era digital. Decidir dónde vamos a empezar a diseñar un nuevo modo de trabajar juntos a través de un enfoque de nodos territoriales.

Si hoy probamos en ir a la luna como lo hicimos hace 53 años, sería imposible porque ya no sabemos trabajar juntos. Cuando Kennedy dijo vamos a la luna porque es difícil, eso quiere decir que el Estado y los distintos actores deben adoptar riesgos de manera equitativa. Para llegar a la luna, se estableció una relación estrecha entre lo público y privado, casi 4.000 personas y muchos sectores con un desafío muy preciso. Para ello tuvieron que reorganizar y diseñar las herramientas como las compras públicas, que fue lo primero que rediseñaron, y compartir los costos para la construcción de confianza. Cuando creemos en una inteligencia colectiva debemos reconocer el trabajo de todos.  

Para lograr esta renovación de la cooperación, necesitamos pensar en cómo diseñamos el contrato social en Ecuador y aplica para toda América Latina y el Caribe. Por ejemplo, si uno piensa en los créditos de las bancas públicas a las empresas privadas durante la crisis del COVID, en la mayoría era subsidios, en algunos países como en Francia los créditos a las industrias que fueron afectadas por el COVID van a hacer condicionados a que esas industrias se comprometen en reducir las emisiones de carbón en los próximos 15 años. Entonces este tipo de condicionalidad en todos los instrumentos que el gobierno puede tener deben impulsar iniciativas nuevas, como Build Back Better World de Estados Unidos – que se traduce como “Reconstruir un mundo mejor”. Pero esto necesita ser diseñado en el contrato social y tener una relación dinámica e innovativa entre lo público y privado entorno a unos desafíos como el hambre, innovación digital, el problema climático, pero también todas las alternativas que necesitamos como por ejemplo ver el agua como un bien público.

Actualmente no hay una estructura que pueda gobernar este nuevo ecosistema para asegurar que el financiamiento para el desarrollo tanto público y privado pueda crear un contrato más inclusivo y sostenible. Podemos aprovechar para aprender de la cooperación internacional y después escalar en todos los territorios y sectores del país como un ecosistema. El más claro ejemplo, fueron los desarrollados de las vacunas para la COVID, todas tuvieron fondos públicos y privados, pero solo algunas como la de AstraZeneca era una colaboración simbiótica, es un buen ejemplo de un nuevo contrato social porque fue el fruto de un acuerdo donde la farmacéutica se comprometió en desarrollar una vacuna a bajo costo, bajo precio, transportable para los países del sur y sobre todo que el conocimiento fuera compartido.

Entonces es importante no solo hablar de Estado, del sector privado, del financiamiento para el desarrollo sino de analizar entre todos los actores de desarrollo cómo podemos trabajar un nuevo ecosistema. Un plan concreto de cómo realizar esa renovación fruto de un nuevo contrato social donde la Red Ecuatoriana de Cooperación Internacional para el Desarrollo pude ser una plataforma para iniciar este proceso para la innovación, colaboración entre lo público y privado, y compartir el valor creado de modo colectivo.

Escrito or Andrés Gutiérrez León / @andresgutileon / 27 de noviembre de 2022