El mundo de la cooperación internacional desde los enfoques teóricos
En el mundo de la cooperación internacional existen tres principales enfoques teóricos en el campo de las Relaciones Internacionales. Cada una posee un enfoque diferenciador desde la cooperación mediante la anarquía internacional; desde la posición del miedo como lo establece el realismo, una perspectiva más alentadora de la cooperación a través de las instituciones establecidas por el institucionalismo neoliberal; y una visión más progresista desde la confianza de la comunidad por el constructivismo.
¡Hazte Socio/a RECID 2023 y recibe oportunidades de financiamiento semanales en tu correo!
Para más información complementa el siguiente link: Socio/a RECID.
El realismo sostiene que el sistema de anarquía internacional obliga a los Estados a practicar la autoayuda, es decir que los gobiernos no poseen la capacidad de reclamar al otro Estado, en el caso hipotético de romper un acuerdo.
En consecuencia, los realistas argumentan que el uso o la amenaza de la fuerza es la única forma en que un Estado puede protegerse a sí mismo, por lo que las relaciones internacionales se basan en el miedo, no hay lugar para la confianza y la cooperación, en caso de ocurrir es fugaz, egoísta, y siempre temporal. En teoría de juegos, la caza del ciervo es un claro ejemplo de este enfoque, es la suposición de que no hay autoridad que permita hacer cumplir las reglas de cooperación, y como resultado, sin red de seguridad, los jugadores no tienen más remedio que asumir lo peor sobre el comportamiento de los demás.
En este contexto, los estados prefieren romper los acuerdos de cooperación con el fin de evitar el peor resultado; esta es la tragedia del realismo y por ello argumentan que las posibilidades de cooperar en el mundo contemporáneo son limitadas y fugaces.
Respecto al institucionalismo neoliberal, desarrollada por Robert Keohane, acepta dos de los postulados realista, que el ámbito internacional es anárquico y que el comportamiento de los Estados es impulsado por cálculos racionales de sus intereses. A diferencia del realismo, plantea que se puede lograr un gobernanza mundial mediante: red de reglas, normas e instituciones que pueden coordinar la competencia entre Estados, y limitar el recurso de la violencia por parte de los Estados en la búsqueda de sus intereses.
El enfoque neoliberal construye su argumento en supuestos, en primer lugar, que los Estados estarán interactuando más de una vez, los teóricos de la cooperación lo llaman “sombra del futuro”. Regresando al ejemplo de la caza del ciervo, si no es la primera cacería, entonces lo más probable es que los cazadores ya habrán cooperado, y cada uno de ellos ha probado los beneficios de la caza colectiva.
Con esta primicia, nadie va a querer cooperar con un cazador que ha desertado de una cacería, por lo que la reputación importa en cacerías como en la política internacional y una ganancia a corto plazo se convierte en una pérdida a largo plazo. Teniendo en cuenta que la política internacional es, en su mayor parte, permanente, por lo que la reputación cobra importancia frente a la presión de los Estados en cooperar.
En esta teoría, el papel de las instituciones internacionales cumplen un rol principal para mitigar los efectos competitivos de la anarquía; instituciones que comparten conductas y prácticas de cooperación, como el establecimiento de reglas para el monitoreo, la Organización Mundial del Comercio (OMC), con sus procedimientos de controversias acordados voluntariamente, y los mecanismos formales para la resolución de disputas, tales como los diversos órganos de las Naciones Unidas (por ejemplo, el Consejo de Seguridad de la ONU). Estas instituciones facilitan el trabajo para cooperar, mediante el aumento de la transparencia y la capacidad de respuesta mutua, reduciendo los límites que el realismo sostiene. Las instituciones al proporcionar información a los actores, permite a estos asignar probabilidades para determinar como los demás se comportarán a largo plazo, lo cual promoverá los niveles de cooperación.
Por otro lado, el constructivismo de idéntica manera que el realismo y el institucionalismo neoliberal considera que los Estados son egoístas racionales, es decir que no se preocupan por el bienestar de los demás como un fin en sí mismo, sino que la cooperación debe responder a sus intereses a largo plazo. Por lo tanto, los estados no desarrollan valores compartidos, ni obligaciones comunes y no existen niveles de amistad.
El punto de partida del constructivismo es que la política internacional es una construcción social. Por construcción social se entiende que no responde a la naturaleza sino a las prácticas sociales. El ejemplo clásico que la gente utiliza para explicar esta idea es la del dinero; los billetes del banco que llevamos en nuestras carteras están en un nivel nada más que trozos de papel y tinta, en este sentido no tienen valor material intrínseco como por sí mismo. Entonces, ¿qué hace que los trozos de papel y tinta se pueda cambiar por bienes y servicios? La respuesta se encuentra en los significados colectivos que damos a estos trozos de papel; y si dejamos de actuar sobre este acuerdo colectivo -aunque tácito -, entonces el dinero dejaría de tener valor.
Con esta consideración, las acciones en el escenario global se encuentran vinculadas por los roles y prácticas sociales en las que los actores se encuentran. Por ejemplo, en una relación de hostilidad con otro actor, como la actual entre Estados Unidos e Irán, esto nos arroja a un escenario de restricciones y no permite las posibilidades de acción. Por el contrario, Estados Unidos y el Reino Unido, que se encuentra en una relación de amistad, abre un menú muy diferente de opciones en cuanto a la forma de actuar.
La tesis central del constructivismo es que ninguna de estas relaciones es estática porque las identidades son cambiantes a través de la interacción y la comunicación; y los enemigos se convierten en amigos al igual que los amigos pueden convertirse en enemigos. No es parte del constructivismo argumentar que las prácticas sociales siempre permitirá la cooperación, el canibalismo y los sacrificios humanos son prácticas sociales, tanto como la cooperación, el amor y la paz.
Para llevar los enfoques teóricos en conjunto, mientras que el realismo y el liberalismo también pueden explicar el surgimiento y la caída de la cooperación entre los Estados, dada su concepción fija de identidades estatales como egoístas racionales, que reducen la explicación únicamente al nivel de los intereses materiales. Los constructivistas responderían que ellos sólo están mirando la punta del iceberg; es la identidad la que forma cómo pensamos acerca de nuestros intereses. Regresando al ejemplo de la caza de ciervo, los constructivistas dirían que si su partida de caza incluye a sus mejores amigos, su cónyuge, o sus padres, es muy probable que cooperen debido a los valores compartidos.
Este tipo de unión crea un conjunto muy diferente de identidades, por un lado colectivamente comparten significados, y por otro para cada uno de los cazadores de la historia original de Waltz, se supone que todos los cazadores son egoístas racionales.
Aunque estas teorías poseen diferencias considerables entre sí, poseen un hilo conductor, la teoría de las tres imágenes de la cooperación, quizás la más influyente de la Relaciones Internacionales, desarrollada por Kenneth Waltz en su libro, “Man, the State and War”, aplicando este marco de cooperación permite visibilizar los intereses que posee un Estado para su acción.
La primera imagen, la naturaleza humana, desde la psicología y biología analiza la capacidad para la guerra y la paz que tienen los individuos, es decir intenta determinar cómo las personas responden a un conflicto o a la cooperación; y como este configura el espectro internacional. Como los casos de la primera y segunda Guerra Mundial, donde la cooperación fracasó; y para la Guerra Fría en 1962 el mundo coopero evitando el conflicto.
Por otro lado, la segunda imagen, a partir de la estructura interna del Estado expone el incremento y declive de la cooperación, en pocas palabras el comportamiento del Estado está determinado por el carácter de su política interna. Si cooperamos o no, depende principalmente sobre el sistema político del Estado; es decir que esto configura un ambiente donde el Estado interactúa con otro si comparte valores, y no que con aquellos que se contraponga a ellos. Por lo tanto, se puede esperar mayores niveles de cooperación con un estado democrático antes que un comunista o autoritario.
Finalmente, la tercera imagen, la naturaleza del sistema internacional, varios teóricos de las Relaciones Internacionales describen que el sistema internacional está definido por la condición de «anarquía internacional». Cuando se hace referencia a anarquía, no significan necesariamente que la política mundial se caracteriza por el caos, el desorden y la guerra; más bien, el término anarquía internacional se refiere a la ausencia de un gobierno mundial, es decir manifiesta la estructura en la cual opera la política internacional, una en la que no hay mayor autoridad que el Estado Nación, y como esta afecta a la capacidad de los Estados de cooperar en estas condiciones.
Con este marco teórico, nos permitirá entender las reglas, normas e instituciones que constituyen el eje de la gobernanza mundial, tema primordial del siglo XXI.